Slide

Hora Local

Antonio José De Irisarri (1786 - 1868)

Antonio José De Irisarri Alonso nació en Guatemala el 7 de febrero de 1786 y muere el 10 de junio de 1868 en Nueva York, EE.UU. Militar guatemalteco/chileno que destacó en la independencia de Chile.
Casado en 1809 con una chilena, se afincó en Chile poco antes de la guerra de Independencia. Ello no le impidió participar en forma activa en las tareas de autogobierno. En 1811 fue regidor del cabildo de Santiago y en 1814 debió asumir interinamente el puesto de Director Supremo de la Nación ante el retraso de la llegada de Francisco de la Lastra. Fue uno de los gestores del Tratado de Lircay de 1814 firmado entre el jefe de las fuerzas realistas estacionadas en la provincia de Concepción, el brigadier Gabino Gaínza y los representantes del gobierno chileno del Director Supremo Francisco de la Lastra, los brigadieres Bernardo O'Higgins y Juan Mackenna, entre realistas y patriotas a fines de la Patria Vieja. Tratado en el que los patriotas reafirmaban su lealtad a Fernando VII, se definían a Chile como parte integrante de la monarquía española, se comprometían a ayudar a España en la medida de sus posibilidades, a enviar diputados a las Cortes de Cádiz y a retroceder sus tropas al norte del Río Lontué. En el preámbulo del documento se condenaba (sin nombrarlos) a los Hermanos Carrera, como los culpables de la "ruina del reino'.
Fue deportado a Mendoza Argentina por razones políticas, y luego partió a Europa en 1815. Regresó a Chile en 1818, haciéndose cargo de la cartera de Relaciones Exteriores del gobierno de Bernardo O'Higgins. Desde ese puesto intentó obtener el reconocimiento del Estado chileno por parte de Inglaterra y Francia, misión en la que fracasó.
Nombrado encargado de negocios en Perú, fue junto a Manuel Blanco Encalada uno de los gestores chilenos del Tratado de Paucarpata, firmado por Chile y la Confederación Perú-Boliviana. El rechazo del tratado de en Chile obligó al gobierno a exigir a Irisarri su regreso a Santiago para que diese cuenta de su actuación. El Coronel se negó a ello; fue procesado en ausencia acusado de traición y condenado a muerte.
Las victorias alcanzadas por el general Bulnes y el procesamiento que lo condenaba a muerte, obligaron a Irisarri a trasladarse a Guayaquil, Ecuador. De ahí pasó a Colombia y después a Venezuela. En 1849 se estableció en Nueva York, seis años más tarde es nombrado ministro plenipotenciario de Guatemala y El Salvador ante los Estados Unidos, cargo que desempeñó con celo y acierto hasta el día de su muerte en 1868.

Paula Jaraquemada (1768 – 1851)

Nació en Santiago en junio de 1768 y murió, en la misma ciudad, el 7 septiembre de 1851. Sus padres fueron Domingo de Jaraquemada y Cecilia de Alquizar. Su niñez y adolescencia deben haber transcurrido como la de todas las mujeres de fines del siglo XVIII, es decir, debió haber aprendido las primeras letras y recibido una educación sólida en aspectos morales, y práctica en asuntos domésticos.

Su figuración pública se la debe a la Guerra de la Independencia.

En cuanto tuvo noticia de la batalla de Cancha Rayada, ocurrida el 19 de marzo de 1818, organizó a los peones de su hacienda de Paine (Maipo) y los envió bajo el mando de su propio hijo para que se pusieran al servicio del general José de San Martín, al que también proporcionó caballos, alimentos y pertrechos. Transformó su hacienda en un hospital para los soldados heridos en el combate, y el general San Martín instaló allí el cuartel general de los patriotas en retirada.

Finalizada la guerra, Paula Jaraquemada realizó una activa labor en beneficio de los desamparados. Se cuenta que en una oportunidad llegó a salvar del cadalso a una mujer conocida como la Caroca, que había sido condenada a la pena de muerte por sus crímenes.

La visita de los realistas
Paula Jaraquemada era conocida por su carácter decidido y altivo. Un ejemplo de ello es lo que ocurrió una vez que las tropas revolucionarias habían salido de su hacienda; inesperadamente, recibió la visita de una avanzada de las fuerzas realistas.


Su posición política era conocida y, por ello, no le extrañó que los maturrangos aparecieran por esos parajes. Según dice la tradición, se habría producido la siguiente conversación entre el oficial al mando y ella:

–Oficial: – Las llaves de la bodega.
–Doña Paula: – ¿Necesita usted víveres? Los tendrá en abundancia.
–Oficial: – Las llaves pido.
–Doña Paula: – Las llaves no se las entregaré jamás. Nadie sino yo manda en mi casa.


Molesto, el oficial habría ordenado a sus hombres hacer fuego y Paula, entretanto, habría avanzado hacia la tropa, desafiándola. Los soldados, desorientados, no habrían sabido qué hacer, al igual que su comandante quien, entonces, ordenó incendiar la casa. Ante esto, la dueña habría partido en busca de un brasero y lo habría hecho rodar por el suelo, exclamando: ¡Allí tenéis fuego!

Nuevamente impresionado, el oficial, sin saber cómo proceder, decidió partir.

Relatos históricos señalan que se negó a entregar las llaves de sus bodegas ,por encontrarse un grupo de patriotas chilenos refugiados en ellas a resguardo de los soldados (Talaveras), y que entre esos patriotas se encontraba, con la edad de nueve años y junto a su padre, el que sería futuro presidente de Chile don Manuel Montt.

En los últimos años de su vida, Paula Jaraquemada se dedicó a obras de caridad, fundando orfanatos y asilos.

Familia Larraín

Los Larraín: Diego, Joaquín y José Vicente Larraín y Salas

La familia Larraín, en las dos ramas que tenía en Chile -la del Marquesado y la Otomana- era una de las más importantes del país.
La rama más revolucionaria de la familia fue la secundaria, que es conocida como Casa Otomana o de los "ochocientos", y está constituida por la descendencia de Martín José de Larraín y Vicuña, y María Josefa de Salas y Ramírez. Tres de sus 11 hijos, tuvieron una destacada participación en la Independencia.

Diego Larraín y Salas
De fecha de nacimiento desconocida y fallecido en 1820, fue un agricultor.
En 1787 remató el cargo de Alférez Real del Cabildo de Santiago. Desde los momentos iniciales de la revolución, su casa sirvió de lugar de reunión para aquellos personajes más radicalizados.
Como Alférez Real, participó en el Cabildo Abierto del 18 de septiembre y firmó el acta de constitución de la Primera Junta de Gobierno. Entre 1814 y 1817 estuvo confinado en el presidio de Juan Fernández. Murió en 1820.

Fray Joaquín Larraín y Salas
Joaquín nacido en 1754 y fallecido en 1824, fue fraile mercedario y como tal alcanzó el rango de provincial de su orden en 1791 y en 1800, pero después secularizó con autorización de la Santa Sede en 1811.
Figuró entre los asistentes al Cabildo del 18 de septiembre, y en 1811 fue elegido diputado por Itata, condición en la que se integró al Primer Congreso Nacional, del cual fue su primer Presidente. También, integró la comisión encargada de redactar un proyecto de constitución.
En 1814, fue detenido y confinado en Juan Fernández, donde permaneció hasta 1817. Entre 1818 y 1822, se desempeñó como senador suplente y ese último año ingresó a la Legión del Mérito. En 1823 fue elegido diputado por Aconcagua.

José Vicente Larraín y Salas
José Vicente inició estudios en el Seminario de Santiago que no terminó debido a problemas de disciplina en 1777. Estudió filosofía y teología en la Universidad de Córdoba y luego Leyes en la Real Universidad de San Felipe.
En 1786, fue ordenado sacerdote y 4 años después se recibió como abogado en la Real Audiencia. En su calidad de Canónigo de la Catedral de Santiago, asistió al Cabildo Abierto de septiembre de 1810. Murió en la misma ciudad en enero de 1811.

Juan G. las Heras (1780 - 1866)

Juan Gualberto Gregorio de las Heras nacido en Buenos Aires el año 1780 y fallecido en Santiago de Chile en febrero de 1866, casado con la chilena Carmen Larraín, fue un militar que integró el Ejército Libertador de Chile y Perú, y fue gobernador de la provincia de Buenos Aires.

Fue comerciante en su juventud, y luchó contra las Invasiones inglesas en el regimiento de Húsares de Pueyrredón.

En 1813 fue enviado a Chile al mando de una fuerza militar que cruzó la cordillera con el propósito de colaborar en la lucha contra las fuerzas del brigadier Antonio Pareja. Junto a sus hombres, estuvo presente en los combates de Cuchacucha (donde venció en 1814) y Membrillar, a órdenes del general Juan Mackenna (1814). Luchó en otras batallas menores y fue ascendido a teniente coronel.
Tras el Desastre de Rancagua, en octubre de 1814, colaboró activamente en la preparación del Ejército de los Andes, con el que retornó a Chile en 1817.
El 12 de febrero de 1817 participó en la batalla de Chacabuco dirigiendo la primera campaña al sur de Chile. Luego bajo el mando de O’Higgins asaltó la fortaleza de Talcahuano.

El 19 de marzo de 1818, su presencia resultó de gran importancia en la Sorpresa de Cancha Rayada, al ser uno de los pocos jefes militares que logró mantener la calma y la sangre fría. Contribuyó también a la reorganización de los patriotas que combatieron en Maipú, donde tuvo una destacada participación. Sus valiosos servicios fueron reconocidos y se le nombró Coronel en el Ejército de Chile, otorgándosele la Orden al Mérito. Participó como general de brigada y Jefe del Estado Mayor del Ejército Libertador del Perú. De Las Heras volvió a Chile en 1826, donde ejerció como jefe de estado mayor e inspector general del ejército hasta 1830. Luego, fue dado de baja del ejército chileno por negarse a reconocer al gobierno surgido de la Revolución de 1829, encabezado por el General José Joaquín Prieto. Fue incorporado a las filas en 1842, cuando se dictó la amnistía.Del ejército trasandino fue dado de baja en 1855.En 1863, contando ya con 83 años, solicitó su retiro. El Presidente Pérez lo rechazó y concurrió personalmente a hablar con él para solicitarle que continuara ejerciendo sus funciones, lo que De Las Heras aceptó a pesar de su ancianidad.
Murió en Santiago en febrero de 1866.

Francisco de la Lastra (1777 - 1852)

Francisco de la Lastra de la Sotta fue Director Supremo del Estado Chileno en 1814 por un periodo de cinco meses. Nació en Santiago el 4 de octubre de 1777; su padre fue don Antonio de la Lastra Cortés y su madre doña María de la Sotta Aguila. Falleció en Santiago, el 13 de mayo de 1852.
Desde muy pequeño se inclinó por la carrera de las armas y, por ello, su padre lo envió a España, iniciándose en la carrera naval. Permaneció allí hasta 1803, fecha en que ascendió a alférez de navío. De vuelta a Chile el año 1804, prestó sus servicios en diversas tareas militares.
Fue uno de los firmantes del Reglamento Constitucional Provisorio de 1812; firmó y participó en el Reglamento para el Gobierno Provisorio de 1814.
Continuando con su participación pública, en el marco político, fue diputado suplente por Concepción, en el Primer Congreso Nacional de 1811, desde el4 de julio al 2 de diciembre de 1811. El 5 de septiembre, Concepción revocó los poderes a todos sus diputados y en su reemplazo acreditó a fray Antonio Orihuela, Francisco de la Lastra y al presbítero Joaquín Larraín.
Adhirió a la causa revolucionaria y el 14 de marzo de 1814 fue proclamado el primer Director Supremo de Chile. Por sus ideas, fue confinado por los españoles a la Isla Juan Fernández. Al retornar el proceso revolucionario volvió a la patria donde desempeñó importantes cargos tanto militares como civiles y fue ascendido a coronel.
Fue nuevamente Director Supremo, en calidad de delegado, el 30 de diciembre de 1823 hasta el 3 de enero de 1824.
Fue nombrado gobernador de Valparaíso en 1818. En 1823 fue nombrado intendente de Santiago. Ocupaba el cargo de intendente, cuando recibió el mando del Gobierno de Chile de manos de Ramón Freire, quien se dirigía al sur, 30 de diciembre de 1823.
En 1825 volvió a ocupar por tercera vez la gobernación de Valparaíso, con el cargo de organizar la marina de guerra. En este año se le nombró capitán de navío y se le ascendió a general de brigada.
Participó en la Guerra Civil de 1829-1830.
Fue vicepresidente de la Cámara de Diputados, 11 de noviembre de 1844; integró la Comisión Permanente de Guerra y Marina. Desde el punto de vista militar fue inspector general del Ejército.


Juan Mackenna O'Reilly (1771 - 1814)

Juan Mackenna O'Reilly nació el 26 de octubre de 1771 en el condado de Tyrone, Provincia de Ulster, actual Irlanda del Norte. Muere el 21 de noviembre de 1814, en Buenos Aires Argentina. Fue un ingeniero militar y general del ejército chileno durante la Guerra de Independencia. Se le considera el creador del Cuerpo de Ingenieros Militares del Ejército de Chile. Hijo de William Mackenna y Eleanor O'Reilly.
Llegó a Perú en 1796 bajo recomendaciones de su tío, el conde Alejandro O'Reilly, y allí se puso en contacto con el también irlandés Ambrosio O'Higgins, gobernador de Chile y posteriormente, virrey del Perú. En 1797 fue asignado como Gobernador de Osorno, enviado a reconstruir esa ciudad en el sur de Chile. Luego, en su calidad de ingeniero, fue enviado a inspeccionar el camino entre Santiago y Valparaíso.
Casado en 1809 con Josefina Vicuña Larraín, dama perteneciente a la aristocracia chilena, con quien tuvo tres hijos: Félix, Carmen y Juan.
Al iniciarse la Independencia de Chile en 1810, Mackenna adhirió al lado patriota y entabló una férrea amistad con el hijo de su antiguo superior, Bernardo O'Higgins.
Dada su amplia formación como ingeniero militar en el Real Cuerpo de Ingenieros Militares español entre 1785 y 1793, el Cabildo de Santiago lo puso a cargo de la creación de un "Plan de defensa del territorio". Recomendó la compra de armamento para el naciente ejército chileno y propuso la creación de una escuela permanente de oficiales. Fue nombrado luego Gobernador de Valparaíso, Comandante General de Ingenieros de la naciente República y hasta miembro de la Junta de Gobierno.
Aliado de Bernardo O'Higgins, fue exiliado a Mendoza, Argentina, en 1814, por José Miguel Carrera, y desde allí logra influenciar a José de San Martín para apoyar a O'Higgins en lugar de Carrera. Fue el autor de un informe sobre los Hermanos Carrera, presentado por orden del Director Supremo Francisco de la Lastra. En él denuncia a "Tres jóvenes sin los menores conocimientos militares, ni políticos, sin valor personal, y sin más cualidades de tiranos que la irreligión y la inmoralidad, se constituyen, mediante el abuso de cuánto hay de sagrado entre los hombres, árbitros de la suerte de un millón de almas, en donde los excesos de los Carreras, los robos y los saqueos de sus satélites habían hecho execrables hasta los nombres de Patria y de sistema".
En noviembre del mismo año 1814, Mackenna muere en Buenos Aires, Argentina en un duelo contra Luis Carrera, debido a numerosas rencillas políticas y personales. Su padrino en ese fatídico duelo fue Guillermo Brown, nativo del condado de Mayo en Irlanda, fundador de la Armada Argentina.
Sus restos fueron enterrados bajo el altar de La Pasión en la Iglesia de Santo Domingo, en Buenos Aires. La placa conmemorativa en aquel lugar fue instalada por su nieto, el político e historiador chileno Benjamín Vicuña Mackenna. El convento fue incendiado por una turba en 1955, con lo cual sus restos se perdieron.

Francisco Casimiro Marcó del Pont (1770 - 1819)

Nació en Vigo, España, en 1770, y murió en Argentina, en mayo de 1819. Fue el último Gobernador de Chile.
Siendo muy joven, inició una carrera militar brillante en el Regimiento de Infantería de Zaragoza y ya antes de cumplir los 45 años, había alcanzado el grado de mariscal de campo.


Marcó del Pont se distinguió en la Guerra de Independencia de España -es decir, la que este país sostuvo contra la invasión francesa a partir de 1808-, siendo su valor reconocido incluso por el mismo general José de San Martín.

En 1815, Marcó del Pont fue nombrado Gobernador de Chile, arribando a Valparaíso a fines del mismo año. Su carácter y forma de ser han sido ridiculizados por la generalidad de los historiadores nacionales. Siempre se ha tratado de minimizar su valor, pintándosele incluso como un militar afeminado.

Su Gobierno
Las medidas que tomó durante su gobierno también han sido exageradas, omitiéndose que para todas y cada una de ellas es posible encontrar un símil dictado antes y después de su gestión. Se ha criticado la necesidad de portar pasaportes para salir de Santiago, los toques de queda y otras medidas restrictivas que ya habían sido ordenadas con anterioridad por los revolucionarios en 1813 y 1814, y que son lógicas en una época de conflicto bélico.


Marcó del Pont tenía pleno conocimiento de que en Mendoza se estaba proyectando una invasión al territorio a su mando y por lo tanto tomaba los resguardos pertinentes.

Su gobierno se extendió precisamente hasta el 12 de febrero de 1817. Tras la derrota de las fuerzas realistas que -comandadas por el general Rafael Maroto- combatieron en Chacabuco, Marcó del Pont partió rumbo a Valparaíso, pero en el camino fue capturado. Tras una entrevista formal con San Martín y algún tiempo en prisión, fue remitido a Mendoza y luego confinado en San Luis. Allí se encontraba cuando se produjo un intento de fuga por parte de varios de los detenidos (1819). Marcó del Pont no estaba entre los revoltosos, pero igualmente se le procesó, demostrándose su inocencia. Fue trasladado a la localidad de Luján, cercana a Buenos Aires, donde murió el 19 de mayo del mismo año.